In love total.
Pero no las piñatas de siempre, las de niños. Esas que tienen forma de Spiderman o de Barbie. Hablamos de las nuevas piñatas, o de las viejas-nuevas piñatas. Esas que tienen formas básicas y mucho color. Mucho color y muchos papelitos estratégicamente colocados y aunque no estén cargadas de caramelitos nos encantan por lo bonitas que son y por lo bien que quedan para decorar fiestas. O solo por existir. Quiero una. O dos. Sólo para colgar en mi salón. ¿Por qué no?
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