¡Buenos días!
Hoy vengo con un post de esos de coger papel y lápiz, de esos de anotar para después poder hacer pruebas en casa. Os preguntaba el lunes a través de Instagram stories qué era lo que preferíais y al contrario de lo que yo pensaba me pedíais hablar sobre los materiales para una mesa dulce. La otra opción era guay también, así que me la guardo para otro día, y es que estoy preparando algo nuevo, grande y chulo que aunque no tengo terminado estoy como loca por enseñarte. (Era la opción cotilla, pero ha ganado la opción empollona. ¡Así me gusta! 🙂 )
¿Estás lista? Hoy vengo a hablarte sobre la vajillas dentro de una mesa dulce. A veces queremos mostrar todo el arsenal de cosas bonitas que guardamos en nuestras estanterías y convertimos la mesa dulce en un mercadillo. Es muy fácil caer en la tentación, así que hoy te traigo un par de trucos para conseguir que tu mesa dulce luzca bonita, ordenada y armónica.
Este tema es realmente muy amplio. Podría estar horas hablándote sobre cómo elegir los recipientes para tu fondo de armario fiestero, cómo combinar piezas de distintos colores o materiales, cómo definir el estilo según la temática… hay mucha tela que cortar. ¡Mucha! De hecho es uno de los temas que trato dentro de mi libro porque me parece fundamental para conseguir que las mesas queden bonitas de verdad.
Cuando salgo de compras a por piezas de vajilla para mis mesas siempre tengo en cuenta lo siguiente:
- Que sea sencillo: Cuanto más simple, liso y limpio sea mejor.
- Que sea monocromo: Las piezas de vajilla de varios colores son muy complicadas de combinar
- Que sirva para varias cosas: Así podrás sacarle más partido a la larga.
Que sea sencillo: La primera es para mi la más importante. Prácticamente todos mis objetos de vajilla son lisos y súper sencillos. Así me sirven de base para mostrar las cosas que realmente quiero que destaquen: Los dulces o la papelería. La propia comida ya tiene mucho atractivo, a veces muchos colores y si no los decoraremos con toppers de papel. Si ponemos un plato o pie de tarta muy extravagante, ¿donde se fijarán mis ojos, en el plato o en el dulce?
Además, hacernos con piezas lisas y sencillas nos ayudarán a utilizarlas en cualquier tipo de montaje. No hace falta tener un armario repleto de cosas, sino unas pocas que nos sirvan para todo.
Que sea monocromo: Es algo fundamental. No tengo ni una sola pieza que tenga decoraciones, dibujos o varios colores. Ni una simple bandeja. Estas piezas pueden gustarnos mucho cuando vamos de tiendas, pero son realmente complicadas de incluir en una mesa sin que nos trastoque toda la linea visual de la mesa. Además tal y como te decía antes, las mesas dulces ya llevan mucho contenido de colores o decorado de por si con el dulce o la papelería, así que debemos ser lo más simples posibles con la vajilla.
Para mí las piezas fundamentales que más partido saco son piezas blancas (ya sea cerámica, plástico o incluso cartón) y las de cristal transparente. Las primeras son para mi el mejor lienzo para exponer la merienda. Las piezas de cristal suelen ser muy bonitas y de aspecto delicado y también son fáciles de combinar, aunque precisamente el ser transparentes a veces pueden jugarnos «malas pasadas» con la composición visual de la mesa.
¿Y qué pasa, que no podemos tener recipientes de colores? ¡Pues claro que sí! Yo misma tengo un pie de tarta mint que me enamora y uso cada vez que puedo, y unas cestitas de colores que me ayudan a realzar las mesas que hago en tonos pastel. Se puede, pero siempre hay que tomarlas como un objeto protagonista y darle un sitio especial y preferente. Si vas a poner algún recipiente de color que sea uno o dos complementados con otros blancos o neutros, y teniendo en cuenta que nuestros ojos irán directos a ellos.
Mi recomendación siempre es que no usemos más de 2 materiales distintos en cuanto a vajilla dentro de una misma mesa, (3 si dos de ellos son muy similares en estética). Por ejemplo: Vajilla cerámica blanca y un pie de cristal. Un pie de color con vajilla blanca, recipientes de cristal y bandejas de madera, etc.
3. Que sirva para varias cosas: Esta puede parecer la más complicada en realidad pero es algo que también debemos tener en cuenta. Si vamos a elegir un cuenco porque tenemos pensado poner palomitas, piensa también ¿Me servirá para apilar bollitos? ¿Podré poner también chuches? Estas preguntas nos ayudan a veces con la elección de los tamaños, para intentar que nuestras piezas sirvan para muchas cosas, y no solo para una mesa concreta. Igual nos pasa con el tamaño de las cosas. Si te haces con unas bandejas muy grandes no te servirán a no ser que montes mesas muy grandes. A veces es mejor que sea un tamaño intermedio y apilar que no quedarse sin espacio para exponer otras variedades en nuestra mesa dulce.
A mi me pasa por ejemplo con unos mini cuencos que compré en Nueva York en mi viaje de novios. Me parecieron la mar de monos y ya los veía siendo protagonistas de todas mis fotos. La realidad ahora mismo es que casi no los uso, porque son tan pequeños que solo me sirven para mostrar pequeñas gominolas (y encima caben muy pocas), y si la mesa es mediana o grande, quedan perdidos en el mantel.
Como todo, las normas están para romperlas, y según el montaje podrías tomarte algunas licencias, pero si empiezas a diseñar tu mesa teniendo en cuenta estas cosas es mucho más fácil que todo quede bonito y armónico desde el principio.
¿Te ha parecido interesante este post con chicha? ¿Tú también tienes una pieza favorita que quieres incluir en todas tus mesas?
Cuéntame cómo eliges tú tu vajilla para las mesas dulces.
Muy interesante! Ayuda mucho la verdad. Gracias
Gracias Melisa! Me alegro muchísimo de que te fuera útil. Los truquitos de una son los truquitos de todas 🙂
Me encanta la idea
Gracias Yanina! Espero que te fuera útil