¡Ya es viernes! ¿Lo celebramos con un poco de azúcar?
Lo prometido es deuda y tal y como os dije en Instagram hace unas semanas os hablaría con más detalle de los vasitos de algodón de azúcar que preparé para la mesa de dulces del cumpleaños de Lucía.
Hacía mucho tiempo que quería poner algodón de azúcar en una mesa de dulces, pero lo cierto es que no es tarea fácil. El algodón de azúcar es genial para comerlo nada más hacerlo, pero si lo que quieres es exponerlo de forma vistosa, en cantidades pequeñitas y tenerlo «un tiempo» ahí colocado no es una buena opción. El algodón de azúcar se va consumiendo y bajando poco a poco y la verdad es que no queda nada vistoso.
Hasta que encontré un algodón de azúcar envasado que aunque no está tan rico (siendo sincera no se parece demasiado al típico algodón de azúcar de las ferias o de las máquinas para hacerlo casero) cumple perfectamente para poder exponerlo en una mesa dulce, y a los niños les encanta igualmente.
Este algodón de azúcar lo encontrarás en tiendas de chuches y lo hay de distintas marcas. Siempre viene en tarritos de plástico envasados y algo prensados, por eso para ponerlos en estos vasos transparentes era perfecto, porque ya tenía la forma hecha y no había que desarmarlo con los dedos (que no es nada fácil).
Como en el diseño de la fiesta de Lucía tenía su nombre y el topper de la tarta en color negro, quería hacer unas etiquetas para los vasos de algodón, pero al final cambié la idea por esta otra y estoy super contenta con el resultado.
¿Cómo lo hice? Saqué una plantilla en un papel, calcando la tipografía elegida para la fiesta en el tamaño que encajara bien con el vaso. Si hubiera tenido tiempo habría imprimido la plantilla, pero como todo fue tan precipitado calqué en el papel directamente de la pantalla del ordenador (soluciones de aquí te pillo, aquí te mato).
Después, coloqué el papel dentro del vaso transparente hasta colocarlo en la posición que más me gustaba y lo fijé con un poco de washi tape.
Con un rotulador permanente fui dibujando las letras en su contorno. Al tenerlas todas dibujadas quité la plantilla para ver con más claridad y rellené todas las letras con el rotulador negro. No es fácil pintar sobre un vaso curvo y transparente, así que además de rellenar repasé las lineas para darles un poquito de forma.
Preparé varios vasos, los rellené con algodón de azúcar y añadí unas pajitas de plástico de colores fuertes, con los mismos tonos de la fiesta.
La verdad es que quedaron súper vistosos en la mesa y tuvieron mucho éxito 🙂
Estos vasos con tapa me encantan, y seguro que no será la última vez que los utilice para nuestras mesas de dulces.
Un DIY la mar de sencillo y resultón ¿A que sí?
¡Feliz fin de semana!