Cuando he visto este tutorial he recordado rápidamente la montaña de papeles bonitos que tengo acumulados sin saber que hacer con ellos. Hace tiempo que guardo un montón de hojas de papel de antiguos catálogos de papel de pared (todos preciosos por cierto) y de pronto se me ha encendido la bombilla (yo se de uno que debe estar pegando saltos de alegría al oír esto).
No sabía muy bien qué papel elegir, me gustan todos, pero al final me decidí por el precioso papel de hojas en verde suave. Me chifla este papel y lo estaba guardando para darle un buen uso, algo que mereciera la pena, y tachán! Ha sido el elegiiiido 😉
Es un papel fuerte, un poco grueso y con mucha textura, lo que le da una consistencia muy guay a la caja.
Los pasos son sencillos y los encontrarás en el blog de Creative Bug , pero si el inglés no es lo tuyo yo te lo resumo rápido aquí:
Debes tomar una hoja de papel cuadrada. La manera más rápida y fácil es plegar el papel en diagonal hasta el máximo que te permita el papel y cortar el sobrante. Este pliegue en diagonal nos viene muy bien porque vamos a necesitarlo para hacer nuestra cajita.
Después abre el papel, marca el otro pliegue diagonal contrario y después vuelve a abrir para marcar el pliegue normal por la mitad, hasta conseguir un rectángulo como éste.
Cuando tengas todas estas lineas marcadas, abre el papel de nuevo, y pliega las 4 esquinas hasta que lleguen al punto central. Así te quedará otro cuadrado.
Una vez tengas esto hecho, debes plegar las 4 caras del cuadrado hacia adentro, pero en lugar de ir con las esquinas, iremos con la arista completa. Así habremos marcado 4 líneas paralelas a la mitad, dibujando un nuevo cuadrado interior. (Puedes ver esto aquí)
Abrimos entonces dos puntas opuestas de nuestro cuadrado, desplegándolas del todo. Ahora viene la parte mas complicada del proceso:
Debes plegar estas dos «puntas» para formar los laterales de la caja. Así, cogiendo el papel como ves en la foto, debes ayudar al papel a plegarse hacia adentro. Marca los pliegues para hacerlos seguros, y vuelve la cara hacia adentro, dejando que el extremo triangular quede en la base interior de la caja, tapando la «parte blanca».
Al hacer el proceso con ambas puntas, debe quedarte algo como esto:
Al haber elegido un papel grueso he tenido que insistir marcando las aristas para que quede bien, pero el resultado me encanta!
Esta caja con el estampado de hojas la he usado para la tapa, que se verá más, y he utilizado una hoja crema lisa para hacer la base de la caja. Para asegurarte de que todo encaja bien, debes elegir una hoja un poquito mas grande para la tapa que para la base. Así tendrán un poquito de margen y encajarán a la perfección.
¿Te animas? Creo que por fin voy a darles un uso a mi montaña de papeles de pared… taaan bonitos…
(pero no te emociones demasiado, que voy a seguir acumulándolas te pongas como te pongas 😉 )