Creo que cuando era pequeña me daban miedo los carruseles. Esos caballos de colores oscuros, subiendo y bajando… con esa música…
Pero lo cierto es que con el tiempo mi percepción sobre esto ha cambiado, y creo que si visitara uno de esos preciosos carruseles franceses no podría evitar subirme a dar un paseo, aun con mis 28 años de «tamaño».
La fiesta que queremos enseñaros hoy está basada en los carruseles, y hasta han colocado caballos en el porche de la casa.
Toda la fiesta gira en torno a los tonos pastel, y está llena de preciosos detalles, como la gran piñata con forma de numero dos, que me ha dejado enamorada.
Fotos: Julie Harmsen Photography