Cuando la familia está lejos muchas veces nos perdemos los grandes acontecimientos, como son los cumpleaños. Por eso, en lugar de mirarlo por el lado triste de no poder estar con los nuestros esos días tan especiales Tina ideó la fiesta del «no-cumpleaños» que realizan en Navidad, cuando la familia está junta al completo, o cuando un familiar va a visitarles.
Preparan cupcakes para que cada uno pueda ponerse su velita y así celebrar todos juntos todos los cumpleaños que no pudieron celebrar juntos en los últimos meses. También se intercambian pequeños regalos, simbólicos, que colocan juntos sobre la mesa.
Me parece una «nueva tradición» preciosa, y mas ahora que lo habitual es que tengamos familiares cercanos viviendo en otros países.
En esta ocasión la fiesta del no-cumpleaños está preparada en tonos verdes, desde los dulces hasta el papel que empaqueta los regalitos.