Hace un par de semanas tuvimos la suerte de preparar una gran fiesta. Una fiesta muy muy especial para nosotros porque teníamos mucho que celebrar.
Pilar es como de la familia para nosotros. Compañera de trabajo de mi madre, compañera de nuestro grupo de teatro musical en el barrio (esa parte de mí fuera del horario laboral que comparto con vosotros de manera personal en las redes), pero es que además fue nuestra primera casera cuando nos independizamos Nacho y yo y no podemos estar más agradecidos.
Además la ocasión era digna de una gran fiesta, ya que Pilar cumplía 60 años y además celebrábamos por partida doble (o triple) porque ha tenido mucha fuerza y le ha dado una buena patada al cáncer siempre con una sonrisa y una actitud muy positiva. ¿Había mucho que celebrar o no?
Así que cuando me dijo que le apetecía mucho poner un photocall en la fiesta decidí hacer algo realmente llamativo y que nos permitiera hacer un poco el indio (aunque a nosotros, teatreros del barrio, no necesitamos mucha excusa para echar el resto y menos si hay photocall de por medio).
Tenía que ser algo elegante, pero a la vez divertido, así que colocamos el fondo dorado mate que tanto me gusta, y luego preparamos un montón de pompones de papel de seda de distintos tamaños y colores, siempre en una gama de rojos y naranjas con un puntito de dorado.
Como atrezzo para las fotos, nada de pelucas y complementos de plástico pasados de moda que hacen que las fotos sean un caos (más, si se puede), y preparamos unas trenzas de tela con plumas para la cabeza. Haciendo el indio sí, pero monas 🙂
Además de colocar el photocall intentamos poner bonito el entorno, en un jardín privado.
Julián de The Box Room colocó las guirnaldas de luces que hicieron que el espacio quedara precioso y con una luz cálida estupenda, perfecta para la noche.
Susana y Montse se encargaron del catering, tanto salado como dulce, y de sorpresa total decidimos preparar esta mesa de dulces para celebrar por todo lo alto. Montse hizo la parte dulce como siempre, y entre todo lo que había destacaba la tarta decorada con unas preciosas flores blancas de fondant. Quedó muy elegante, ¿Verdad?
Debo confesar que me lo pasé como una auténtica enana preparando el fondo para la mesa de dulces, con todos esos flecos de papel de seda en distintos tonos y colores. Creo que este ha sido sin duda el fondo que más me ha gustado de todos los tiempos y que desde luego habría sido también un gran fondo para un photocall ¿Verdad?.
Muchas felicidades Pilar
——————————————————–
Información y precios: