En una buena fiesta es un gran detalle pensar en un pequeño obsequio para los invitados. En este caso os mostramos la idea de Black Eiffel, que sorprendió a sus amigos con esta preciosa mesa y les invitó a coger una bolsa cosida por ella misma y tomar algunos de los regalos: Fresas, galletas en cajitas, pan y flores. Como ella bien dice, un regalo que no sirve para guardar polvo en un cajón y que es realmente apreciado. En este caso era el remate perfecto para una comida en el jardín.
Nos encantan las cajitas de las fresas, las preciosas bolsas de tela y el pequeño cartel con una caligrafía muy cuidada. ¿Y a ti?