Este fin de semana hemos tenido varias fiestas entre manos. Una de ellas una fiesta sorpresa para celebrar un 70 cumpleaños por todo lo alto.
Cualquier ocasión es buena para celebrar, pero está claro que un número tan bonito como los 70 hay que celebrarlo mucho y bien.
Los colores elegidos: Dorado y azul, para decorar el espacio, la mesa de dulces e incluso el photocall, en el que hacerse muchas muchas fotos para el recuerdo.
La sala era estupenda: Mucho espacio, techos altos y grandes ventanales.
Para darle el punto impactante colocamos la mesa de dulces decorada justo al fondo de la sala, y así cuando la homenajeada entrara por la puerta pudiera ver la mesa colocada y decorada con unos globos dorados de tamaño XL.
Esta vez no colocamos un fondo como tal, sino que aprovechamos el escenario de la sala y unas estructuras en el techo para colocar estos preciosos globos dorados que llenaban genial todo el espacio.
Para los globos utilizamos un número 70 en foil dorado tamaño xl, que llenamos de helio y sujetamos con dos pesos. Queríamos que fueran móviles para poder después moverlos y colocarlos en el photocall, para poder hacerse fotos con ellos.
Los chicos de CompraHelio nos ayudaron un montón, resolvieron todas nuestras dudas y nos asesoraron genial (y muy rápido).
Utilizar este tipo de globos es muy sencillo, ya que con una bombona desechable de helio puedes llenarlos tú misma y en muy poco tiempo. Eso sí, tienes que asegurarte de atarlos bien antes de llenarlos para que no salgan volando mientras los inflas 🙂
La mesa de dulces estaba especialmente decorada con nuestro camino de purpurina dorada, y Montse preparó una preciosa tarta de crema de chocolate negro, que decoramos con unos toppers altos de purpurina. El brownie de chocolate no podía faltar, y además unos cakepops y unos vasitos de limón. ¡Ah¡ Y mis amadas tartaletas de chocolate y frambuesa Mmmm.
Pero esta vez no nos quedamos sólo en la mesa de dulces: Preparamos también dos mesas bien grandes para poner un montón de picoteo salado, fácil de comer para que todos pudieran tomarse lo que les apeteciera sin necesidad de platos. Todo muy cómodo y variado: Bocatines, salmorejo en vasitos, tabla de quesos, miniquiches… De todo para todos los gustos.
Para rematar la tarde preparamos un photocall dorado decorado con una guirnalda de retales en blanco, turquesa y rojo, y justo al lado una mesa con un montón de atrezzo chulo que llevaron para disfrazarse para las fotos. Además prepararon una cámara polaroid para hacerse un montón de fotos para el recuerdo, y después pegarlas en un precioso álbum de regalo.
Parece que lo pasaron fenomenal, y eso es lo que verdaderamente importa.
¡Gracias por contar con nosotras!
Pues efectivamente, que lo pasaran bien es lo que importa. Quedó todo precioso, y ese camino de mesa de purpurina me ha encantado. 🙂
Bonito, bonito. Seguramente no me importaría que me lo organizarán cuando llegue el día. ???????